La maestría en Veracruz

En 2015, a la par de mi pequeña desviación, recordándome que sí y que no quería hacer, consideré continuar con mis estudios de posgrado.

Después de buscar y analizar la oferta de maestrías enfocadas al turismo de naturaleza, hice contacto con el Colegio de Posgraduados. Me preparé para complementar y cubrir los requisitos. Aplace este objetivo, puesto que el universo conspiraba.

Como estrategia determiné comenzar la maestría y seleccionar a Tarandacuao como mi zona de estudio. Esto me permitió dar continuidad al trabajo que venía realizando.

Fue así como en agosto de 2016 inicie la Maestría en Paisaje y Turismo Rural.

Mi experiencia como estudiante fue significativa, comenzando por mi cambio de residencia a la región de las altas montañas veracruzanas. Un contraste geográfico, histórico, cultural y culinario. Córdoba fue mi hogar.

Aquí continúo creciendo mi familia por elección: Yuguarochox (por conformarnos por un yucateco, una guanajuatense, cuatro jarochos y dos oaxaqueños).

Imagínense nuestra sorpresa, curiosidad y risa al descubrir palabras que eran lo mismo, pero lo conocíamos de diferente manera. 

¡En el techo hay un bote que tiene cortatripas!

El nombre de las larvas de zancudos que se originan en el agua estancada, en Guanajuato les decimos maromeros, en Oaxaca les dicen cortatripas, en Veracruz les dicen alfilerillos y en Yucatán les dicen gusarapos.

O contar hasta tres para cantar las mañanitas y entonar diferente melodía… choque de culturas.

Salidas de campo hacia diferentes comunidades, a otros puntos de México… no hay duda de que cada estado es un México, somos muchos Méxicos.

La maestría fue etapa de cuestionamiento, tolerancia y empatía al máximo esplendor. Saber que “todo mundo puede tener razón” y ser prudente al probar, elegir, defender o mantener una postura.

Esto fue lo más complicado, sobre todo al implementarlo en mi investigación, agregando el factor social que es extremadamente variable.

Mi trabajo de investigación se centraría en crear una organización civil de prestadores de servicios turísticos para planificar y regular la actividad turística en Tarandacuao (recuerden que de cariño le decimos Taranda).

Mi gran sorpresa al regresar a Taranda, para realizar mi trabajo de campo, fue que ya se me habían adelantado, es decir, ya se había creado una organización donde se involucraron ceramistas, restauranteros, operadores turísticos, pintores, músicos, hoteleros, el cronista municipal e inclusive funcionarios del H. Ayuntamiento. Eso no fue todo, tuve otra gran sorpresa: esta organización se originó con objetivo de trabajar en equipo para postular a Taranda como Pueblo Mágico.

Con la firme decisión de mis compañeros, apoye la iniciativa.

Taranda ya había comenzado a captar las miradas y las visitas de autoridades estatales, para constatar la información compartida y con ello respaldar el proceso de incorporación como Pueblo Mágico, ante la Federación.

A finales de 2017, realizamos una presentación para el Dr. Fernando Olivera Rocha, el entonces Secretario de Turismo del Estado de Guanajuato, quien confirmo su apoyo para continuar con el proceso de postulación de Taranda como Pueblo Mágico.

En octubre de 2018 tuvimos noticias: Taranda no logró el nombramiento, sin embargo, a partir de entonces gracias al trabajo en equipo y estrategias de la organización de actores locales, este precioso municipio figura en la planificación y promoción turística del estado. 

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